UNA SINGULAR TRADICIÓN: VIEJOS DE CORPUS

“Ahora es tiempo de llamar a las nubes, de encender el fuego, de mover las manos y los pies en mágicos movimiento, de mirar con los ojos del alma, de comunicarnos desde este rincón del universo con las fuerzas del más allá. Lo seguimos haciendo como lo hicieron nuestros antepasados, los que ya se fueron pero que ahora están aquí”


Julio Garduño Cervantes
Cronista mexicano


Temascalcingo, reconocido por el gobierno del Estado de México con motivo del Bicentenario como “pueblo con encanto” es un municipio que efectivamente tiene un encanto muy particular, se caracteriza por ser uno de los lugares que aún conserva tradiciones únicas. Este lugar además de sus tradiciones, conserva paisajes naturales y su aspecto coloquial que se refleja en las calles del centro hace que sea visitada en diferentes temporadas por turistas de diversas partes de la República Mexicana y del mundo.

Diferentes personajes representativos de esta región, afirman que en el mes de Junio se celebra una las tradiciones más importantes y representativas para el municipio: El día de viejos de corpus.

El primer jueves del mes de Junio cientos de personas salen a danzar por las calles con sus trajes típicos de viejos (creados con diferentes materiales como madera, ixtle, cartón, entre otros), con el principal objetivo de rendir culto al dios de la lluvia para que las cosechas sean fructíferas.

Son dos versiones que los temascalcinguenses tienen sobre el origen de esta tradición, la primera se remonta a miles de años en donde las tribus rendían homenaje al Dios de la lluvia: Tlalóc, para que sus cosechas fueran fructíferas, la segunda versión referente al origen, se remonta hasta hace aproximadamente 150 años en donde los pobladores representaba a los viejos o ancianos de épocas antiguas, imitando sus sonidos, su vestimenta inclusive los actos hacia la creencia o fe de sus santos.

Los hechos específicos son desconocidos pero la versión que es posiblemente certera es que el origen de esta tradición surge antes de la llegada de los españoles a

Temascalcingo donde la gente otomí y mazahua ya se dedicaba a actividades como la veneración de sus dioses, estos eran dioses como el tata jyaru (dios solar), la mayoría de sus dioses tenían relación con la naturaleza. Hubo un periodo de sequia y uno de los habitantes del poblado tuvo un sueño donde se le ordenaba hacer una danza para llamar la atención de su Dios para que con esto obtuvieran la lluvia, estos cumplieron con el mandato obteniendo como resultado una danza significativa, con el paso de tiempo los otomíes y mazahuas decidieron continuar con ese ritual imitando a los antiguos pobladores, creando trajes con aspecto de viejos y con objetos significativos de esas épocas.

Después de la llegada de los españoles y con la implantación de su religión católica, los otomíes y mazahuas adoptaron como dioses imágenes en yeso que venían de la nueva España, por eso, actualmente existe una combinación entre las culturas étnicas y sus creencias naturales (lluvia) con la religión católica (los santos). Este baile anteriormente se practicaba para venerar a dioses naturales hoy es dedicado a los dioses de la religión católica.
Más que una festividad

Cuando se crea un traje tipico de viejo de corpus la originalidad, la paciencia y la dedicación, son calificativos que se distinguen en los trajes de viejos de corpus.

Cada uno de los diferentes trajes, objetos, movimientos o la música que se utiliza en esta festividad tiene su significado, por ejemplo el torito, es la representación de un toro en miniatura que se utiliza para el baile de los viejos de corpus significa fertilidad. Son muchos los objetos representativos que se utilizan en esta tradición (principalmente en los trajes) pues se distinguen los grandes sombreros, la barba larga, bastones, entre otros objetos, en los trajes de viejas, chales, enaguas, cabello largo y más, que tienen relación con lo utilizado por las antiguas generaciones.
Algo significativo y de suma importancia en el baile de los viejos de corpus es la música que se hace acompañar de dos instrumentos el tambor y el violín, que fueron instrumentos utilizados hace muchos años.



La celebración

La celebración abarca los días miércoles (víspera) y jueves (fiesta) donde 19 barrios o localidades (aproximadamente) de Temascalcingo participan en esta tradición donde se reviven cada año las épocas históricas donde se fusionaron la religión católica y la nativa, fundamentada en símbolos mágicos y la naturaleza.
Con la danza ofrecida a los diferentes santos de cada barrio de

Temascalcingo se logra una cohesión significativa entre danzantes y espectadores. La celebración comienza el día miércoles (vísperas), con el repiqueteo de las campanas, el grupo de viejos de corpus se reúnen en su barrio según corresponda para comenzar con el festejo. Al son de la tambora y el violín los viejos hacen travesuras y bailan sin cesar hasta altas horas de la noche.

Los grupos de Viejos, están formados por familias, (las cuales representan a cada barrio), y sus integrantes son, “El papá grande”, “La mamá grande” y los hijos. También los acompaña un torito, el cual además de ser la representación del ganado, tiene como significado la fertilidad.

Sabas Sánchez, un joven de 27 años de edad, explica con entusiasmo como existe la representación de lo antiguo con picardía y humor. “Haga de cuenta que la vieja y el viejo juegan con el toro, como los toreros así le hacen y se burlan y lo torean entonces de repente el toro pesca a alguno y así como si corneara de a deberás juega con el pero es muy chistoso, es muy bonito cuando tu estas toreando a el toro y la gente ríe.”

El jueves por la mañana cada grupo de viejos de corpus de los diferentes barrios cada uno por su ruta más cercana realiza una procesión para reunirse en la cabecera municipal de Temascalcingo para rendirle tributo y pedir lluvia al patrono principal de Temascalcingo: “el señor de la coronación”. Dentro de los ritos que se celebran este día es una misa, la procesión con las imágenes por el atrio, el representativo baile, cada barrio lleva su imagen a la frente bellamente adornada con verdes matas de maíz flores, frutas, panes que son arreglados por los cargueros (personas que cargan las imágenes y se organizan).

Una vez terminado esto los viejos de corpus tienen la oportunidad de prevalecer en el centro de Temascalcingo y acudir a los diferentes negocios para pedir algún tipo de ayuda (dinero, alimento, entre otras cosas) o simplemente deleitar a los espectadores ahí reunidos con su baile y travesuras, algunos de los viejos aparentemente las personas mayores (más devotos) siguen danzando dentro del templo, todos entre gritos, invocaciones y toreando al pequeño toro de madera forrado de cuero cargado por un hombre.

Existen muchas personas que desconocen de esta y de las demás tradiciones existentes en nuestro país, lo que si es muy cierto es que esta festividad es sin duda alguna fascinante, si tienes oportunidad ven y conoce de estas tradiciones.