Atlacomulco, Edomex, a 19 de Mayo de 2013.-
Ayer por la noche se presentó la Arrolladora Banda Limón en Atlacomulco ante cientos de espectadores en las inmediaciones del área desocupada del Parque Industrial de Atlacomulco, mismo que lucía al principio desolado y un tanto peligroso por la escasa iluminación y señalización del lugar.
Se pudo observar la presencia de varios elementos policiacos tanto del Municipio como de la SSC, elementos de protección civil y franeleros.
Al arribo de cada vehículo, se aproximaban más de 3 franeleros para ofrecer sus servicios de cuidado de vehículos, el servicio de vigilancia de los franeleros iba desde los 50 hasta los 70 pesos según la zona y el nivel de seguridad que según ellos "garantizaban" ya que habían firmado un contrato (Vaya usted a saber con quien) y que estaba coordinado por elementos de la SSC, quienes por comentarios de los propios franeleros, los policías ayudaban a cuidar los vehículos (sic) yendo a "michas", (unidades 04046 y 04049) hecho que Radio Atlacomulco pudo constatar, pero que sin embargo no podemos evidenciar con imágenes.
Lo relevante aquí no es el hecho del negocio que pueden o no hacer los policías de la SSC, lo importante es analizar ¿en dónde queda la seguridad pública o la seguridad ciudadana?
Ahora resulta que la Seguridad Ciudadana se convierte en este tipo de bailes populares en: "Seguridad Privada" de los que pagan.
Si bien es de reconocer que las autoridades municipales han encontrado un lugar Ad-hoc para los bailes populares y las descomunales cantinas que antes se organizaban sin mayor regulación en la Plaza Roja de Atlacomulco. Ahora es tarea de las mismas autoridades brindar las condiciones mínimas de seguridad para los asistentes a dichos eventos (antes de que pase una desgracia).
Durante nuestra estancia en dicho lugar pudimos observar un acceso al evento en penumbras, un alto riesgo vehicular, la presencia moderada de seguridad, la gran cantidad de personas que se dirigían al baile y algunas personas que ya se encontraban con un evidente alto grado de alcohol en la sangre.
Quedando como 3 reflexiones para los ciudadanos, los organizadores de los eventos y las autoridades civiles los siguientes cuestionamientos:
1.- ¿Qué seguridad tiene una persona al asistir a este tipo de eventos?
Posible respuesta: "Con dinero baila el perro". Si pagas 70 "varos" te lo cuidan.
2.- ¿Y si los que se encuentran en estado de ebriedad, son los que van a manejar?
Posible Respuesta: Quizá pase lo que hace menos de 24 horas, un accidente con pérdidas humanas que lamentar! (Ojalá que NO).
3.- Y el alcoholímetro, ¿Para cuándo?
Posible respuesta: Quizá unos accidentes más, quizá... Y también quizá estos accidentes podríamos diesmarlos con la aplicación A RAJATABLA del Alcoholímetro.
Urge el alcoholímetro.
¿Usted qué opina?
Publicado por el Centro de Noticias de Radio Atlacomulco
Con información de: Corresponsal de Radio Atlacomulco 19/MAY/13
5 Comentarios :
resulta gracioso que tengamos que pagar doble para sentirnos "seguros".. uno con impuestos y el otro con costos que la misma SSC nos impone... Sin duda alguna, me dueles México
muy buena nota y muchas cosas para reflexionar, principalmente sobre la implementación del alcoholímetro, ya es justo y necesario q en Atlacomulco ( la ciudad de la gente influyente, xq aqui todo mundo se siente respaldado por alguien con poder ) se haga uso de el, sin embargo, por otro lado también empezar por concientizar y enseñar a los policias a decir NO A LAS "MORDIDAS" xq sino q caso tendría.
Pues en pocas palabras nadie nos obliga a ir a este tipo de eventos y mucho menos a tomar sin conciencia .....
la cultura muy lejana de los ciudadanos conformistas sabiendo que estan en todo derecho de exigir valgase la redundancia sus derechos como ciudadanos, pero como es atlacomulco de hombres sin educacion y conocimiento de las mismas
Eso es cierto, yo estuve ahí y el franelero que dicen me dijo que me daba en 100 el cajón que porque eran 65 para el y 35 pal poli que le hechava la mano. Son bien transas. Hasta da miedo dejar tu coche así nomás.
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